Las fiestas de carnaval son el mejor momento para dejarse llevar y desatarse antes de un período de recogimiento y ayuno como es la cuaresma. Pero... ¿de dónde salen estas fiestas tan paganas previas a la Semana Santa?
Pues como no, entre otras cosas, del vino. Se cree que seguramente el Carnaval tiene su origen en las celebraciones romanas en la época de esplendor del Imperio, cuando en honor al dios Baco, dios del vino, las gentes estaban durante días en una fiesta en que compartían como iguales junto a los esclavos. Algo que solo sucedía durante esa celebración. Esclavos y romanos eran iguales, es decir, modificaban sus roles jerárquicos normales como actualmente nos disfrazamos nosotros.
Sea como sea, no hay carnaval sin alcohol ni vino!
A disfrutar!
