27/2/11

Las tapas y el vino, siempre de la mano!

Las tapas, algo muy nuestro... Estas pequeñas porciones de comida que se consumen como aperitivo, nacieron en España, y cada vez son más populares en todo el mundo. Pero, como surgió este nombre?


Patatas Bravas
Son diversas las historias que relatan el nacimiento de las tapas. Una de ellas cuenta que el Rey Alfonso XIII estaba realizando una visita oficial a la provincia de Cádiz y al pasar por el Ventorrillo del Chato (un mesón que aún existe) se paró para descansar un rato. El Rey pidió una copa de jerez, pero en ese momento una corriente de aire entró en el lugar y, para que el vino no se llenara de arena de la playa, el camarero tuvo la feliz idea de colocar una lonchita de jamón en el catavinos real. 
Cuando Alfonso XIII preguntó porque ponían el jamón sobre la copa, el camarero le explicó que colocó así la "tapa" para evitar que el vino se estropease con arena. Al Rey le gustó la idea, se comió la tapa, se bebió el vino, y pidió que le sirvieran otro, pero con "otra tapa igual". Al ver esto, todos los miembros de la Corte que le acompañaban pidieron lo mismo.
Otros autores aseguran que la tapa nació a causa de una enfermedad de otro rey español, Alfonso X el Sabio, quien se vio obligado a tomar pequeños bocados entre horas, con pequeños sorbos de vino. Una vez repuesto, el Rey Sabio dispuso que en los mesones de Castilla no se despachara vino si no era acompañado de algo de comida, para evitar que los vapores alcohólicos ocasionaran desmanes orgánicos en aquellos que gustaban del buen beber, pero no tenían suficiente dinero para pagarse una comida con abundancia proteínica y en condiciones.
Cuando en toda España se generalizaron las “botillerías" y “tabernas", la prohibición del Rey Sabio continuó vigente. Y, por esta razón, el vaso o jarro de vino se servía tapado con una rodaja de fiambre, o una loncha de jamón o queso, que tenía dos finalidades: evitar que cayeran impurezas o insectos en el vino y facilitar al cliente empapar el alcohol con un alimento sólido.

Chipirones
Más allá de las historias reales, se dice que la tapa nació por la necesidad de agricultores y trabajadores de la edad media de ingerir un pequeño alimento durante su jornada de trabajo, que les permitiera continuar la tarea hasta la hora de la comida. Al mismo tiempo, el tentempié exigía vino, porque el alcohol aumentaba el entusiasmo y las fuerzas, y en invierno calentaba el cuerpo para afrontar los rigurosos fríos del campo o del taller medieval. En verano, la bebida que acompañaba la tapa era el gazpacho, ya que el vino provocaba sofocos inconvenientes a un organismo que más necesitaba refresco que calor.
Sea cuál sea la historia real, lo que si que queda claro es que un buen vino siempre debe ir acompañado por su correspondiente tapita, y ambas cosas las encontrarás en El Patio.

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